Cuando se habla de osteopatía, seguro que piensas que “te van a crujir” los huesos, o peor, el cuello, ¿verdad? Esto no es lo que encontrarás conmigo.

Conmigo te pondrás en unas manos que escucharán, sentirán lo que te molesta y facilitarán que tu cuerpo mejore, siempre mirando todo el conjunto de tu cuerpo, encontrando la raíz del problema y por lo tanto, dándote un trato personalizado.

La osteopatía estructural está más indicada para personas que hayan sufrido algún accidente, lesión, traumatismo o para liberar ese dolor crónico que llevas años arrastrando y que a pesar de las pruebas médicas que te han realizado, no aparece el motivo que te está generando esa molestia. 

También podemos recurrir a esta disciplina para prevenir enfermedades, para equilibrar el cuerpo y normalizar lo que en un futuro, seguramente, nos cause ese malestar constante en nuestro día a día.

Como decía el padre de la osteopatia, Dr Still:

“Toda vida es  movimiento  y,  dónde no  hay  movimiento,  o  esté  restringido,  aparece  la  enfermedad”